MIS
PALABRAS COMO HUMILDE COSTALERO DE NTRO. PADRE JESUS NAZARENO DE LOPERA.
Queridos
compañeros. ¡Muy buenas a todos!
En primer
lugar quiero comenzar mandando un fuerte abrazo a todos y por
supuesto dar las gracias por el excelente compañerismo y trato que he podido
recibir de cada uno de vosotros.
Escribo estas
líneas estando lejos de mi familia y grandísimos amigos como vosotros, lo cual
resulta una ardua tarea de llevar. Son muchas las palabras de agradecimiento
que se me vienen a la mente, que no sé si quiera ni por dónde empezar.
El mundo
cofrade me ha gustado desde siempre pero por desgracia he comenzado tarde a “rachear”
alpargata. Me acuerdo cuando me pedisteis que me uniera a vosotros, un buen
amigo y compañero me regalo mi primer costal y comencé a enfundarme en el
atavío de nazareno, fue entonces cuando entre de lleno en este mundo tan
solemne y hermoso.
Dicen que ser
costalero se lleva en la sangre y que es un oficio en el que cada día se
aprende. Que es uno de los legados más bonitos que se puede dejar a un hijo. -¡Pero si esto es muy sufrido!-. Ensayos, dolores, órdenes. Sí,
es así. Pero todo esto se resarce con hermanos como vosotros, que tenéis un
corazón que no os coge en el pecho. En estas circunstancias tan adversas como la
que hoy nos toca vivir, me habéis dejado sobrecogido y con unas lágrimas como
puños.
Este año va a
ser diferente a los anteriores. Aunque
no esté físicamente, no voy a faltar bajo el paso porque sé que me lleváis en
un trocito de vuestro corazón. Y como no, estará representándome un nuevo y
jovenzuelo hermano, ojalá futuro costalero, mi hijo Álvaro.
Así que
pediros que seáis obedientes a lo que se manda desde fuera, y que recordéis que
debajo del paso no somos un grupo de gente, ni existen las individualidades.
Todos somos “UNO”. “ÉL”, el que va arriba, el único protagonista. Con
sacrificio y compañerismo realizaréis una estación de penitencia como sabéis y
como se merece. Hay que empujar fuerte para arriba y llevar al señor con el
corazón.
Un fuerte
abrazo a todos, y volver a agradeceros vuestro apoyo recibido a mí y todos los
que estamos aquí.
Me siento
orgulloso de pertenecer a esta bendita cuadrilla.
VIVA
ESTA GRAN FAMILIA.
VIVA
NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO.
Marjayoun, Líbano. 15 de febrero
de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario